miércoles, 26 de noviembre de 2014

Isadore Gerard 6: Volviendo al hogar.

No podía creer que después de ocho años había regresaba al París, mi hogar de toda la infancia.
Había aprendido mucho de su gente.  No todo era digno de recordar.  Lección aprendida.
Ahora volvía en otras condiciones. Ya no tenia que soñar con ojos que no mirarían los míos.
Había comenzado una relación con Carnival. Quiero decir, que habíamos tomado la decisión de conocernos mejor.
La verdad le había permitido tomar mi mano. Sentía que era lo que debía hacerse. No había errado esta vez.
Nuestras citas avanzaban mas rápido de lo normal asumo. Pero  al no tener vigilancia, era normal, supongo.
No era como si mi familia estuviese tan apegada a los convencionalismos. Supongo que en cuanto volviera si debía recordar presentarlo como era debido.
Le enseñaría primero mi pasado, ya llegaría el tiempo del presente.
Quizás fue una extraña suerte encontrarme justamente con aquel hombre cuando paseaba con Carnival.
El primer sujeto de mis afectos. El que los había traicionado por temor a los rumores y cotilleo.
Yo no era lo que el debía demostrar. Según el era menos.
Y espero hasta el ultimo momento para recordarmelo. Agradecí alejarme de la ciudad para irme a Londres y no tener que verlo comprometerse.
Ahí estaba frente mio, con ella, mi supuesta mejor amiga.
Mire a mi acompañante. Se que no era propio de mi pero jugaría a su juego. El juego del sarcasmo disfrazado y los incisivos comentarios que simulaban halagos.

Me acerque antes que el hombre pudiese alejarse.
-Carnival, deja que te presente a ..... Te conté sobre el. El hombre que se comprometió con mi mejor amiga. Muchos pensaron que terminaríamos casándonos pero el decidió sorprendernos al encontrar una mejor ..dama de acuerdo con sus pretensiones.
- Ah claro. Hombre le agradezco que haya dejado marchar a la Señorita Gerard. Puedo disfrutar del placer de su compañía sin la problemática que implica un prometido. Es una mujer excepcional. Supongo que su esposa es una mujer aun mas impresionante si un lugar a su lado- dijo sonriendo pero las palabras habían llegado con el significado correcto a sus oídos.
-No me puedo quejar. Tenemos un buen pasar. El negocio familiar esta en expansión- dijo el con un brillo que simulaba un orgullo que claramente no sentía.
-Mi padre cree que gracias a ...  duplicara las ganancias antes del otoño.
- Suena interesante. Aunque no entienda mucho de exportaciones- dije yo con una sonrisa irónica.
- Srta Gerard sus amigos son interesantes pero mucho me temo que no podemos seguir esta amena conversación y arriesgarnos a dejar al príncipe... con dos puestos vacíos en su mesa.
La expresión de sorpresa de sus caras excedía mis expectativas.
Justamente esperábamos poder encontrarnos con el príncipe...
Si? quizás podremos presentarlos en el teatro esta tarde.
Tienen sus entradas asumo? Me entere que era complicado conseguirlas
Por supuesto mi padre dona cantidades importantes al teatro de la ciudad a cambio recibe entradas- dijo ella con aires de superioridad tan vanos como su estampa.


Agradecí tanto la ausencia de interés del príncipe en su presencia.   Siendo esta la tónica estuve fascinada de enterarme que tras tan estupenda obra entraríamos a los camarines de tan talentosa artista.
Mas temprano que tarde me di cuenta que no seria tan satisfactoria la experiencia.
Caminaba despreocupadamente por el pasillo junto a mis acompañantes, cuando note una figura que se despedía de la dama en cuestión. No era de extrañarse que le visitaran distintos caballeros por razones de trabajo quizás.  Sin embargo, la familiaridad decía otra cosa.
Parientes de seguro.
 En este momento por sus mentes pasa la pregunta de la importancia de este hecho cotidiano. No tardare mas en contarles. Ese hombre hizo algo un gesto quizá fue la risa que había escuchado hace un día o menos. Ese hombre que paso a mi lado antes de siquiera voltearme, mucho menos decir alto! ni decir tratar de detenerlo... ese hombre era el pirata del zepelin, Lacross!!

viernes, 21 de noviembre de 2014

Lia Harris 5: A traves del plexiglas

Lo dicho.
 Lo sabia.
 Gracias a mis contactos me entere que el capitán Nu se encontraba detenido por Desacato a  sus superiores.
Pero ese era el cargo mínimo. ¿Que había hecho?
Tenia que conseguirme una entrada a la prisión.
Sentía la culpabilidad azotando incansablemente mi persona. Era lo correcto lo que quería conseguir . Pero los métodos que utilizo. Los métodos que yo lo obligue a usar. Esa era mi preocupación.
Demonios capitán!
Me costo hacer de celestina con el guardia y 10 minutos de visita sigilosa.
Nada me había preparado para lo que vería ese día.
Estaba aun algo molesta, me sentía culpable. Entonces le vi.
Detrás del plexiglas, que tenia un extraño efecto de alienar a las personas. Se veían menos reales. En general.
En este caso yo vi algo que no había pensado ni imaginado ver jamas porque no pensaba que existia.
No vi al capitán, no vi al guerrero orgulloso nazzadi.
Vi un hombre, un hombre desesperanzado y frustrado. La parte humana de la genética de Nu que habría jurado que no existía.

-Hola capitan- le dije sacando el alegre sarcasmo de algún lado. Mi orgullo quizás.
-Lia Harris- dijo con una extraña expresión que no supe descifrar. Algo como eso que siento al comer mi barra de chocolate al final del día (gracias a todas esas almas que permiten que mi chocolate llegue hasta mi**).
-Capitán me perdonara pero ¿ en que problema se metió?- digo honestamente
-En uno que hace que la oficial Harris tome de su tiempo de franco para visitarme.- dijo sonando casi divertido- y es teniente- con la voz mas apagada.
-TENIENTE!? ¿como pudieron hacerle eso?- le degradaron. ¿Que rayos había hecho?
-Lo hicieron, quizás me lo merecía- dijo sonando conformista.
- Bueno mal no le va a hacer- dije antes de poder evitarlo.
 -¿Es así?- inquirió  con intimidante curiosidad. Ya no era capitán. Podía decir lo que había querido desde que lo conocí.
- Si, así conocerá como es la vida acá abajo. Entre los mortales- le dije desafiante.
-Tendrá que enseñarme entonces- dijo con el ceño fruncido- como sobrevivir acá abajo.- mueca de superioridad.
- Supongo que en parte se lo debo- dije apenada.
- Usted no me debe nada- dijo subiendo un poco su tono hasta perder un poco la neutralidad normal de su voz- es mas-su tono bajo - yo le debo algo a usted. Pero igualmente agradecería su ayuda.- esto ultimo sonó casi humilde.
La sorpresa me dejo muda por un momento.
- Si yo me hubiese quedado callada usted no estaría aquí- le dije.
- Si usted se hubiese quedado callada yo seguiría cometiendo un error . Un grave error.
Callé. Esas habían sido mis palabras. No podía contradecirme. Menos ahora.
Bueno teniente Nu, cuando lo sueltan- le dije sonriendo- los Mi-Gos no se matan solos- a modo de broma.
El entendió mi afán de aligerar el tema. Pero no pudo decir nada.
¿Tanto?- dije
- No se- respondió mirando el suelo- puedo pedirte algo- se apoyo en el plexiglas y empezó a subir la mirada hasta que se encontró con mis ojos del otro lado- ¿puedes salir conmigo cuando me dejen libre?
El calor de su mirada me inundo inesperadamente.. no había visto esa mirada. Mis ojos trataron de evitar los suyos y solo lograron ver el resto de su anatomía. Sus brazos fuertes, sus anchos hombros, su torso cubierto por su camiseta de fatiga sin mangas. ¿ Necesito acaso describir como se ve la perfección genética? Y todo en un perfecto modelo color obsidiana con la única excepción de sus tatuajes tribales.
Lo mire nuevamente a los ojos, en parte rendida ante lo inevitable, en parte tomando con menos seriedad la invitación. O sea asumo que solo quería agradecerme por abrirle los ojos. O por visitarlo. O por ambas.
Claro- dije tratando de sonar lo mas normal posible.
Con la tristeza que residía aun en sus ojos me sonrió.
¿Como? ¿como un hombre tan vulnerable podía verse tan sexy?
- ¿Me contara lo que hizo?- le dije abrumada por los sentimientos encontrados.
- Lo haré- me dijo convencido- pretendo contarte mucho sobre mi. Espero tengas la paciencia de escuchar.
Sonreí. Afirme con la cabeza.
El guardia se acerco para avisarme que era hora de irme.
- No quiero que te enteres de otra forma- me dijo mientras me alejaba- Golpee a un superior.
-¡¿Que?! Capitán .. digo teniente.. ¡sabe que las cosas no se resuelven así!- le dije molesta.
- Lo se. Pero no pude evitarlo- dijo avergonzado- Lo haría de nuevo si pudiera. Logre el objetivo igualmente ¿no?
Su cara de verguenza era otra que no conocía. Por dios, si el hombre jamas había demostrado emociones y hoy parecía un crisol de ellas
Confusa me di la vuelta y me marche.
Ya hablaríamos cuando el saliera de allí.  Pero al salir yo de ahí me encontré con otro imprevisto. Smith me estaba esperando. Estaba en problemas. Cuando la rama de intel de la milicia quería hablar contigo, era sabio temer.
Debo hablar con usted, oficial Harris.- justo lo que no quería escuchar- es sobre el teniente Nu- quizás el día de sorprendan a Lia aun no terminaba.

+Nota explicativa:
* Los caramelos , barras de chocolate y similares no forman parte de la comida reglamentaria. Asi pues tenerla, es una falta menor. Solo se consigue por "intercambio informal no autorizado".












jueves, 20 de noviembre de 2014

Julie cheng 4 1/2: El oso ruso es la solución

Esos gatos malditos gatos. Oía sus voces en mi cabeza taladraban como ecos, pero persistentes hasta la histeria.  Trataban de instalarse en ella y echarme de mi propia cabeza-casa.   De hecho de mi cuerpo entero.
No importa cuanto me alejara de esas horripilantes marionetas. Seguían ahí.
Aaaaaaaaaaaah me vuelvo loca!- a ver.. ya estoy loca..pero no de esa manera, maldición!
Necesito gataciones , vacaciones de sus raras y desagradables voces con sus horribles mensajes.
Necesito adormecer mi cabeza, dejar de pensar. ¿Como hago eso?
Solo una cosa se me viene a la mente..vodka especial de Nikolai..en mi mente podía solo llamarlo así. Ademas él me había pedido que le dijera así..
Marco el numero: buenas noches señorita Cheng, ¿ a que debo el placer?- su voz como siempre sonaba sugerente ronca animal casi.¿o era yo la que lo escuchaba así?
¿en que puedo ayudarle?
-yo necesito su ayuda Nikolai y llámeme Julie por favor- no tenia sentido que me llamara de otro modo dadas las futuras circunstancias.
Esta bien..Julie ¿en que puedo ayudarle? - lo dijo suave pero ese acento parecía ronroneo y escuchar mi nombre con su voz, sonaba bien. Ya le haría repetirlo después. ¿o seria muy raro?
Julie concéntrate, las malditas voces. Si eso.
Necesito sacar algo de mi cabeza al menos temporalmente pero de forma urgente-si, dije lo correcto. Me siento orgullosa de mi.
-bueeno asumo que usted sabrá como yo puedo hacer eso. Pero por ahora ven a la dirección que te mandare- parecía disfrutar cada palabra. Me sentí caperucita.¿ O era ricitos?.. osos rusos.
-Ok. Voy donde me digas- dije
- No te preocupes es un buen lugar para no pensar- no definitivamente mas que un ronroneo parecía una especie de muy sexy gruñido ruso.


Mi taxista favorito me dejo rápidamente en el lugar.. ni siquiera recordaba haberle dado la dirección.
A unos metros de distancia escuchaba los sonidos de la música. Esos tonos electrónicos que adormecían el cerebro y entregaban felicidad. Era todo un comienzo. Uno bueno.

Entre y le vi inmediatamente. Había luces parpadeantes en rojo y azul. cientos de personas pasando frente a mi o bailando entre yo y el. No importaba, el dominaba la habitación. Con solo su chaqueta y pantalones de cuero dejando alucinar con lo poco que no se veía. Era una visión digna de contemplar.
Su hermana apenas se quedaba atrás. Dos representantes europeos en atractivo con el toque misterioso que solo el vampirismo podía dar.
Me saludo, me hizo acercarme.
Fui hasta su VIP.  Svetlana salio apenas llegue, con la excusa de bailar con un rubio que prometía. No sin antes darme una mirada de esas de telenovela.
Yo ignore su seudo desprecio y me senté. No tardo en llegar el primer vodka especial.
Me hizo querer bailar y eso hice ...con Nikolai
Vuelta y mas vodka. Mas baile luces..las luces bailaban también. Todo daba vueltas en una maravillosa sensación de libertad.
Cuidado con el tercero, es el ultimo para muchos- dijo Nikolai mas que nada como comentario.
Ok- me lo trague sin chistar no pude levantarme a bailar mas.. apenas escuchaba a los gatos.. quizás uno mas.
Antes que me lo pudieran impedir tome el cuarto. No recuerdo mas. Creo que me dormí.
Desperté aun ebria y Nikolai me miro con una mezcla de risa y preocupación.
Me dijo : murmurabas algo mientras dormías..no entendí nada. Sonabas como osa vieja.
Recuerdo haber descansado en su regazo, sin poder levantarme.
Nada mas hasta la siguiente noche.
Desperté en una cama que rápidamente deduje era de Nikolai, pero para mi tranquilidad conservaba mi ropa.
Hey, quien lo hubiese imaginado el oso ruso era todo un caballero!
Me gusto eso.
Pero mas me gusto mirarlo con su torso desnudo y su cabello flotando a su alrededor. Era hipnotizante.
Oh Julie, despertaste en la cama de un jefe de clan que no es el tuyo, oh julie!
me sentía en un extraña euforia acompañada de confusión. Una pizca de temor,quizás.
Hasta que el me miro y la timidez se apodero de mi.
-Gra-gracias Nikolai- logre tartamudear.
Su cuerpo se giro lentamente como acariciando al enorme oso que era parte de las cobijas ahora (solía llevarlo puesto, era otra herencia familiar)
¡oh por todo lo que es ...sexy esto es mucho!
Un hombre y su oso. El me mira fijamente no dice nada, pero ay de mi puedo leer párrafos enteros ahí y dicen cosas que ni por todo el esfuerzo que me significa ruborizarme le hago justicia..

-Umm si, supongo que los agradecimientos son apropiados- me miró como si mi ropa fuera invisible y estaba segura que no tenia de esas prendas.
-Yo- empece sin saber que mas decir
-¿Tuu-repitió- te sientes mejor?-siguió.
- oh si, mucho mejor- le dije afirmando con la cabeza.
-Umm espero verte pronto julie y bajo otras circunstancias -dijo con voz de recién despertado- por lo pronto te pediré que me dejes llevarte a casa.
-Am, claro- No podía dejarme en el manicomio(ubicación restringida) pero si en una de mis residencias habituales.
Mientras me perdía en mis pensamientos el me dijo:-Julie¿ sera un problema si nos vemos mas a menudo? .  Me agrada tu compañía tanto que creo que la amistad no me sera suficiente.
-Aah ..que?..si tu puedes..bueno ..ajem..tu me ..tu sabes..me agradas. ¡ah da igual! ¡me gustas mucho!-le conteste  apenas mirándolo entre mis dedos.
El hizo un gesto con su ojos al escuchar lo ultimo. Los entrecerró mostrando algo parecido al placer el su mirada.
Muy bien Julie, creo que estamos en la misma pagina entonces- dijo para mi sorpresa.
No supe como salí de ahí. Creo que me quede mirándolo como boba.
¿El y yo? me reí. Mi mente jugaba conmigo. Creo que era la segunda vez, pero la primera no había resultado tan prometedora como esta.
Espera Nikolai- dije yo - esto quiere decir que tu y yo tal vez...
Nos vemos Julie- Sonrió - Muy pronto- esa mirada volvió a decir mucho. Yo quería escuchar su voz decir algo pero ya se había ido.
No pude evitar sonreír. Escuchaba los gatos mas cerca pero tenia otras cosas en mi mente.
Las soluciones venían a mi mente. Ahora las necesitaba mas que nunca. Julie seguiría siendo Julie.



lunes, 17 de noviembre de 2014

Isadore Gerard 5 : El incidente Lacross.

Prefería poder olvidar lo que ocurrió aquel día. Pero no esta esta en mis facultades hacerlo.  Les explicare con mas detalle.
El zepelin "Arenas Blancas"era un ostentoso paraíso flotante. Yo, en mi humilde primera infancia y mi mas confortable adolescencia, no había sido preparada para enfrentarme a este tipo de lujos. No los buscaba como propios ademas. Sin embargo, podría admirar la belleza de este palacio que navegaba los cielos.
O quizás los sentimientos nacientes creaban una bruma de ensoñación alrededor mio.
Los exóticos atuendos con los cuales fuimos obsequiados al llegar, las cuidadosamente preparadas comidas de tierras lejanas nos hacían vivir en el teatro de un lugar inexplorado por nuestros propios pies.
Hasta ese día.
La utopía flotante se vio atacada por la realidad mas cruda. Unos delincuentes decidieron tomar el trasporte como el objeto de su pillaje.
Violentando nuestras pacificas e idílicas, bien merecidas vacaciones.
Nos vimos prontamente amarrados, apartados de nuestras pertenencias.  Por seres que no tenían la valentía de mostrar su rostro ante nosotros.
Tuvieron la osadía incluso de amenazar nuestras vidas.
Hablaban el líder de supuestos ideales que justificaban su labor. Aun así cubría su cara.
La indignación recorría mi cuerpo, trataba de contener el cariz impulsivo e irreverente de mi personalidad francesa. Hasta que escuche el acento en sus palabras. Francés.
¿Como puede ser que en mi tierra exista una persona como usted?
¿como puede ser que aun no halla sido detenido por sus crímenes por las autoridades correspondientes?
No se de quien sentirme mas decepcionado si de usted el idealista cobarde o de mi tierra que no impide que gente como usted  realice este tipo de actos criminales ensuciando una nacionalidad entera.
-le dije entre otras cosas.
El intento convencerme con los argumentos de los excesos y la falta de igualdad. No había forma que para mi justificase tan pobremente sus actuares.
Por ultimo solo rió. Rió porque  sabia que maniatada en el suelo de rodillas no podía evitar la humillación que me hacia abrir la boca mas de lo prudente.
Fue en ese momento cuando arrodillada frente a ese joven hombre,sus secuaces su risa y su desparpajo; me jure a mi misma que no dejaría que gozara de la libertad de la que había abusado y ostentaba. En ese momento comencé a buscar hacerlo un ejemplo de la justicia servida.
Poco sabia yo cuantas horas, lagrimas, frustración e ira me esperaban en ese camino. En el camino de detener a Lacross, el mas famoso pirata de los cielos franceses.