domingo, 8 de diciembre de 2013

Lia Harris capitulo dos: Cadmus

Esos ojos purpura, purpura profundo, me miraron por una décima de segundo. Mi corazón se detuvo.
 No era miedo no. Había algo en él. Eso movía algo en mi interior.
Cadmus.
Así me dijo llamarse mas tarde.
En ese momento solo era un hombre con aspecto de extraterrestre en una época en que aquello no era una cualidad muy por el contrario era una amenaza tacita.
Le sacamos de una especie de bolsa embrionaria transparente. Permanecía allí desnudo, desvalido, inconsciente.
Debíamos llevarlo al  Ashcroft,para reportar el suceso y que  lo sometieran a chequeos de rigor.
Era un riesgo puesto que terribles tragedias habían sucedido cuando se llevaban humanos encontrados en extrañas circunstancias. La mayoría implicaban lavado mental y explosiones.
Esto no tenia precedentes, algo de este tipo jamas había pasado  o al menos que nosotros supiéramos.

En la nave lo esperado. Exámenes varios. Cuando retomo conciencia nos permitieron ir a ver como iba la situación.
¡¿No saben nada?!- Exclamo el capitán Nu.
No hemos logrado llegar a ninguna explicación de quienes o de donde viene o que es ya que estamos en eso- dijo el oficial preocupado.
Una consulta-dije yo, la soldado mas irreverente del Ashcroft- ¿Le han preguntado a él?
- ¿como?
- ¿Si le han preguntado quien es y de donde viene?
- Ni siquiera sabemos si habla nuestro idioma.
Puse cara de fastidio ante la incompetencia. ¿Como puede ser que una simple soldado piense lo que los especialistas de la NEG no?
- Hey tu!- dije golpeando el plexiglas- ¿como te llamas?- dije tratando de modular pues sabia que era anti-ruidos.
El movió la boca pronunciando algo que no escuche. Abrí la puerta para espanto general y pregunte:
-¿que dijiste?
Cadmus, me llamo Cadmus- dijo con una cara de alivio evidente.
Hola Cadmus- le dije con una sonrisa_ Ven cuando le preguntan con amabilidad la gente responde de igual forma-conteste muy ufana-Adiós Cadmus. Te dejo con los chicos del Intel . Nos vemos después- Le sonreí y me fui caminando a paso seguro. Dejando boquiabiertos hasta al capitan.
¡Ah, me hará pagar por esta!. A veces no puedo simplemente cerrar mi boca.
Me reí.  Nop, no puedo.